
Bajo la protección del reino de Taifa de Niebla, algunos grupos musulmanes se asentaron en esta zona, si bien el origen de la población actual hay que situarlo a mediados del siglo XIII, con la conquista de Sancho II de Portugal y la construcción de una fortaleza. Siendo tierras de realengo, pronto pasarán al señorío de Gibraleón. Más tarde, ya en manos de los Pérez de Guzmán, se le concede el título de Villa, merced otorgada por Isabel Guzmán de Ledesma. A mediados del siglo XVII, Sanlúcar de Guadiana se hace cargo del abastecimiento de la tropa española acuartelada en la frontera con Portugal, debido a la Guerra de la Independencia de este país. Es entonces cuando se construye el Baluarte de San Gerónimo, en 1642, si bien el castillo de San Marcos continuaría en el mismo estado del siglo anterior (ver más adelante), por lo que no pudo evitar su toma por las tropas portugueses al final del conflicto.

HISTORIA
En la frontera con Portugal, a la margen izquierda del río Guadiana, se encuentra localizada la bella población de Sanlúcar de Guadiana, que extiende sus 96,5 Km2 sobre el extremo occidental de la provincia de Huelva. Su origen podemos encontrarlo en la ocupación árabe, ya que bajo el amparo del reino taifa de Niebla, algunos grupos musulmanes se asentaron sobre estas tierras, en ese momento casi despobladas. Pero el núcleo actual de Sanlúcar se inicia en el segundo tercio del siglo XIII, cuando Sancho II de Portugal conquista estas tierras a los musulmanes, las cuales serían en un principio de realengo; pero muy pronto, desde el siglo XIV, la historia de este municipio quedará unida al alfoz de Gibraleón que a partir de entonces se afianza como pueblo hasta que en 1435 Dª Isabel Guzmán de Ledesma le concede la merced de fundación y ordenanza como villa.
La Guerra de la Independencia Portuguesa, a mediados del siglo XVII, tendrá importantes consecuencias para este municipio, ya que fue víctima del clima de violencia e indefensión propia de una guerra, sufriendo numerosos robos y saqueos, además de tener que hacerse cargo de la manutención de la tropa española que defendía la frontera. Ante esta situación, el Conde Jerónimo Ró, maestre de campo general de esta frontera fortalecerá la villa construyendo el fuerte de San Jerónimo, junto a la Iglesia Parroquial, y más tarde, en 1.642, el Castillo de San Marcos. Sin embargo, estas medidas no aseguraron la defensa de la población, ya que en varias ocasiones la villa fue ocupada militarmente por los portugueses, lo cual significó la destrucción completa de la población y el abandono de sus habitantes, que no comenzarían a retornar hasta el año siguiente. Las constantes crecidas del río Guadiana también han sido una constante en la historia de este pueblo, destacando por sus nefastas consecuencias, la de 1823, cuando el agua alcanzó 14 metros de altura, destruyendo 110 casas de las 240 que poseía el casco urbano, lo que provocó que la población afectada tuviese que refugiarse en el castillo.
A pesar de todo ello y debido a su situación geográfica, este municipio disfrutaba de una posición estratégica que la convertía en una de las poblaciones más relevantes de la zona, ya que era un paso obligado para el comercio. Así, en el siglo XIX, el puerto de Sanlúcar de Guadiana adquirió gran importancia pues desde aquí se exportaban gran cantidad de productos, entre los que destacan, aguardiente, arroz, azúcar, jabón, plomo y maderas. Actualmente es un paso fronterizo frecuentado por los barcos de los turistas que visitan la localidad. Pero lo más interesante de este municipio es el pueblo en su conjunto, su localización en una colina que cae hacia el río, la luminosidad que ofrece el encalado de sus casas, sus intrincadas cuestas, el pequeño puerto fluvial, los cañaverales de las riberas y la vista de Alcoutím, un pequeño y blanco pueblo portugués al otro lado del río.
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